Hoy me apetece escribir algo diferente a la temática habitual.
Se trata de un pequeño tributo y recordatorio de lo acontecido contra estas tribus y pueblos que habitaban aquellas tierras ancestrales y que por cierto son los auténticos nativos pobladores de las tierras que hoy ocupan EEUU, Canada y el alto México.
Por tanto, dedico este articulo a la memoria de esos pueblos exterminados casi totalmente de la faz de la tierra conocidos en su conjunto como Indios Norteamericanos.
Hemos de recordar que el exterminio que sufrieron estos pueblos con la llegada del hombre blanco a sus tierras ancestrales fue prácticamente total, los masacraron, les robaron las tierras no para convivir con la madre tierra como hacían las tribus indias, sino más bien para acabar con toda forma de vida que habitara en ellas y explotar sus recursos hasta la saciedad de una forma totalmente insostenible.
Esto es algo que pasa de puntillas por la historia pero que algunas personas como yo queremos recordar para que no se olvide y sobre todo para que no se repita.
Por hacer una comparación el exterminio de los indios americanos hace que si lo comparamos con lo que los nazis hicieron con los judíos un siglo después parezca un juego de niños.
Claro que el tío Sam ya se ha encargado de no informar de todo esto.
Eso sí, una vez exterminados y recluidos en reservas como ganado entonces intentemos honrar o deshonrar sus memorias nombrando a máquinas infernales creadoras de destrucción como helicópteros Apache, Comanche, misiles Tomahawk,etc con el nombre de estas tribus.
Creo que los indios no estarían de acuerdo con esto, sobre todo porque no era su filosofía, ellos sólo mataban para comer y sobrevivir; en cambio, el hombre blanco exterminó casi por completo al bisonte americano prácticamente por pura diversión…..
A día de hoy sólo un 0.1-0.2% de la población norteamericana es de descendencia nativa india.
¿Quién son los salvajes?
Abajo dejo un video con este imperdible “pasaje de la historia” en el que se narra la carta que el Jefe Seattle envió al presidente de los estados Unidos Franklin Pierce en 1854, cuando este intentaba negociar con su pueblo, conste que es un documento real que no tiene nada de ficción.