Cabriolé, es esa palabra mítica para un petrolhead, sobre todo si es oriundo de la isla de Albión, y es que, ¿quién no ha pensado alguna vez en poseer uno?.
Personalmente, aún tengo ese indeleble recuerdo cuando un familiar mío se compró su primer Mercedes SLK (primera generación) allá por el año 2000. Recordemos que por ese año apenas circulaban roadsters por nuestras carreteras, con lo cual simplemente ver uno ya era impactante, cuanto menos comprarte uno, para lo cual por cierto había que hacer cola.
Y es que la historia del descapotable empezó muy pronto, ya que los primeros automóviles eran todos descapotables, introduciéndose poco después los techos de lona, para pasar posteriormente a contar con techos duros de chapa.
El primer descapotable con techo duro retráctil de chapa fue el Peugeot 402 eclipse de 1938 y como nos podemos imaginar, mucho ha llovido desde entonces.
Aunque claro está, que si nos queremos referir a descapotable con techo duro retráctil automático tal y como lo conocemos hoy, podríamos decir que el primer automóvil que cumplía estas características a rajatabla fué la primera generación del Mercedes SLK en 1996, y es que aún recuerdo como te miraba la gente cuando replegabas la capota dándole a un botón. Uno pasaba de ser feo a guapo en un instante, aunque esa es otra historia.
En cuanto a la primera generación del SLK, como reseña destacable, Mercedes incorporó un compresor, con lo cual se eliminaban parte de los problemas de lag que podíamos tener con un turbo convencional de la época, aunque por supuesto debido a la presencia del compresor los consumos no eran muy reducidos que digamos, sobre todo si tenemos en cuenta la relación entre aceleración y consumo, aunque no vamos a ponernos a analizar esas cuestiones en este artículo.
Sin embargo, a día de hoy quizás se ha perdido un poco el encanto que producía deleitarse con la presencia de un cabrio, debido sobre todo a la mayor oferta de vehículos y a la venta de este tipo de coches en el mercado de segunda mano.
En cuanto a usar capota de lona o dura, los fabricantes lo tienen claro, sale mucho más barato usar techos de lona, y unido esto junto a la mejora que se ha venido experimentando en cuanto a aislamientos, rigidez de la lona, reducción de peso respecto a techo duro, etc. hace que los techos rígidos hayan venido a menos en los últimos años. Sin embargo, siempre será más elegante de cara al usuario un vehículo con techo rígido. La prueba la tenemos en fabricantes que además del techo de lona ofrecen otro techo rígido que lo cubre, que eso si, hay que poner y quitar a mano, como por ejemplo en el extinto BMW Z3 o el mítico Mazda MX5.
En otro lado, están por otra parte los techos tipo targa (techo rígido desmontable), y en estos casos suele haber espacio en el automóvil para llevar nuestro techo guardadito, tal y como ocurre en el Ferrari F355 GTS, uno de mís favoritos sin duda alguna.
Dentro de los techos tipo targa, existen distintos mecanismos, desde el quita y guarda a mano, como el Ferrari F355 GTS o el Lamborghini Aventador, hasta otro tipo de targas más automatizados, como en el caso del Porsche 911 Targa.
Por todo ello, como podemos ver, existe toda una amalgama de coche descapotable con sus respectivas diferentes denominaciones según el fabricante (roadster, cabrio, spyder, targa….) y todo ello pasando por diferencias en el número de plazas que se nos ofrecen, tipos de capota…….
Podemos decir que, a día de hoy el potencial comprador tiene un amplio abanico de posibilidades entre el que poder elegir, siempre y cuando cuente con los Euros necesarios.
En resumidas cuentas, ¿quién no se ha vuelto un poco acéfalo conduciendo un roadster por carreteras de montaña?, la velocidad, el aire en la cara……… eso sí que es para algunos la esencia de la conducción, y es que usted ¿en qué lado se encuentra?, es de los que prefiere transportarse del punto A al B, o acaso prefiere deleitarse moviéndose de un punto a otro.
Por último, me despido con unos vídeos donde aquellos que nunca han conducido un descapotable podrán al menos, deleitarse con un paseo virtual por los Alpes suizos.
Hasta el próximo artículo.