Averías típicas en cajas de cambio

Nuestra caja de cambios se expone a una serie de posibles averías que pueden mermar su funcionamiento. Las que explico en este artículo son las averías más típicas o habituales y para reconocerlas deberíamos saber cuáles son los síntomas típicos. Conociendo esto, es posible que nos podamos encargar nosotros mismos de reparar la transmisión, o que nos toque acudir a un taller especializado.

La duración de un cambio de marchas manual o automático, si los mantenimientos son correctos, oscila entre 200.000 y 300.000 km, al igual que ocurre con el embrague en un coche manual. Sin embargo, si las cosas no se hacen bien, y no se siguen los mantenimientos, esa cifra puede caer por debajo de los 100.000 km, siendo las averías de este tipo muy costosas.

El coste de estas reparaciones depende del tipo de vehículo, la marca y de si el cambio es automático o no, siendo la reparación de un coche automático mucho mas cara que la de uno manual.

Mecánico reparando un vehículo

Síntomas de las averías más comunes en una caja de cambios manual

En una caja de cambios o transmisión de tipo manual hay tres síntomas de avería típica. Si detectamos cualquiera de estos contratiempos, lo más probable es que efectivamente nos estemos enfrentando a una avería típica y que, a priori, tiene una solución relativamente sencilla. Solo hay que identificar el problema, conocer su solución y aplicarla como corresponda.

1. No entran las marchas

Si tratamos de cambiar de marcha con nuestra caja de cambios manual, y se bloquea la palanca, no hay que asustarse -casi nunca-. El normal funcionamiento de la transmisión cuenta con unos bolillos de seguridad que se encargan de bloquear el acceso a la velocidad para que no puedan entrar dos marchas a la vez.

El problema aquí, está en que, cuando se desgastan los bolillos de seguridad, el eje secundario se puede quedar bloqueado, en tanto que las dos velocidades activadas lo harían girar a dos velocidades diferentes. La solución a este problema en la caja de cambios, que no deja de ser una avería, es tan ‘sencilla’ como colocar unos nuevos bolillos de seguridad en nuestra caja de cambios manual.

2. Las marchas entran con dificultad

Una cosa es que la palanca de cambios se ‘bloquee’ al intentar meter una marcha, y otra bien distinta es que tengamos dificultad para meter una marcha con nuestra caja de cambios manual. En este segundo caso, es posible que el mando del embrague se haya desajustado y que, sencillamente, tengamos que retensar el mismo.

Esta es otra avería bastante habitual de las transmisiones manuales. Hay ocasiones en las que no es suficiente con retensar el cable, y entonces habría que proceder a lubricar el varillaje de accionamiento del cambio. Es posible que se haya desalineado y, por lo tanto, habría que ajustarlo de manera conveniente.

3. Se producen ruidos al meter una marcha

También, en las cajas de cambios manuales, es bastante habitual que se detecten ruidos anómalos cuando se realiza el cambio de marcha. Este es un síntoma de una posible avería que está entre las más habituales, un desajuste del embrague.

Y la solución, si efectivamente es este el problema, pasa por tensar el cable del embrague y ajustar nuevamente el tope. Con esto conseguiríamos que el desembrague se lleve a cabo por completo, pero hay que hacer también un sangrado del circuito hidráulico del mando para solucionar por completo la avería. Y en último lugar, en estos casos deberíamos comprobar que el conjunto de los sincronizadores no esté desgastado y, si corresponde, sustituir los anillos.

También puede deberse a una holgura entre engranajes, la cual produce que la caja de cambios haga un ruido excesivo. En coches con muchos kilómetros a sus espaldas es lógico que los engranajes de desgasten y se produzcan ruidos. Este molesto sonido se produce por un mal asiento de los engranajes entre ellos ya que han ido perdiendo material a lo largo de los años. ¿Solución? Desmontar la caja de cambios y abrirla. Este trabajo tiene un coste elevado (unos 1.000 euros) y, como medida provisional, puede ser una buena solución utilizar algún aditivo con base de teflón.

Engranajes de una caja de cambios

Más causas que pueden producir esos fallos

Fallos en las varillas del cambio

Un fallo en las varillas del cambio puede producir que tengas una dificultad en la inserción de las marchas. Las varillas o mecanismo de mando son los elementos que transmiten el movimiento desde la palanca de cambio al interior de la caja de cambios. La deformación de estos elementos o de los ‘silenblocks’ que los unen es una de las mayores averías de los cambio manuales. Una simple revisión de estos elementos puede ser suficiente para que las marchas entren con suavidad.

Aceite inadecuado

El aceite de la caja de cambios o valvulina, es uno de los elementos más importantes de una caja de cambios ya que debe de garantizar en todo momento la lubricación correcta de todo el mecanismo. Por supuesto, si quieres evitar averías en tu caja de cambio manual, debes llevar un mantenimiento periódico y sustituir el aceite de forma periódica, lo normal es cambiarlo a partir de los 80.000 kms. Eso sí, cuando cambies el aceite de la caja de cambios debes utilizar el recomendado por el fabricante. Un lubricante demasiado espeso o con características diferentes puede hacer que tengas dificultades para cambiar de marcha.

Defecto del embrague

Un defecto en el embrague puede producir que tengas dificultad a la hora de insertar las marchas. Es decir, el desembrague no se realiza de forma total y este mecanismo no estará funcionando de forma correcta.

Puede ser que el embrague ya esté gastado, que no esté lo suficientemente tensado, o, simplemente, que el conductor tiene la manía de no pisar a fondo el pedal. Cambiar un embrague en un coche medio tiene un precio de unos 600 euros en adelante.

Sincronizadores desgastados

Si los sincronizadores del cambio manual está desgastados es posible que alguna marcha se desengrane por arte de magia. Esta avería suele suceder en los coches que llevan recorridos muchos kilómetros.

Reparar esta avería de la caja de cambios manual es muy costosa ya que tendrás que desmontar el cambio y abrir la caja. De nuevo, te vuelves a encontrar con muchas horas de trabajo y un coste elevado.

¿Qué son los sincronizadores de una caja de cambios?

Dentro de las numerosas piezas de una caja de cambios, encontramos los sincronizadores, que como su propio nombre indica, su trabajo es lograr que los ejes engranen de forma correcta.

Una caja de cambios manual tiene tres sincronizadores: uno para las marchas 1a y 2a, uno para 3a y 4a; y uno para 5a y 6a. La marcha atrás no está sincronizada y, por tanto, solo tiene un manguito de acoplamiento que agarra directamente en los dientes de acoplamiento del piñón respectivo al cambiar. Las marchas 1a y 2a tienen sincronizador doble.

Los sincronizadores hacen que el piñón de la marcha alcance rápidamente el régimen de revoluciones del eje principal. Esto significa que el eje lateral, el eje primario y los demás piñones del eje también deben alcanzar las mismas revoluciones que la marcha engranada.


Síntomas de las averías más comunes en una caja de cambios automática

Una caja de cambios automática, igual que ocurre con una transmisión manual, también puede sufrir diversas averías. Algunas son más habituales o frecuentes que otras, así que deberíamos estar pendientes de su funcionamiento y mantenimiento y tener en cuenta estos tres síntomas que denotan posibles problemas.

1. Todas las marchas dan una aceleración más pobre de lo normal

Puede que notemos, en todas las velocidades, que cuando circulamos despacio la aceleración es más pobre de lo normal cuando se producen averías en el convertidor de par. Más concretamente, cuando algo impide que el rodamiento unidireccional del reactor funcione con normalidad.

En estos casos, lo más frecuente es que haya que proceder al reemplazo por completo del convertidor, salvo que queramos arriesgarnos a sufrir mayores problemas, o a tener mayores complicaciones en su reparación. Se recomienda también revisar que el nivel de aceite sea el correcto y recomendado por el fabricante.

2. No se produce el cambio de marcha

Puede que se trate de un problema grave, una avería general del cambio automático que no podremos reparar nosotros mismos y que nos obligaría a pasar por el taller, si detectamos que el cambio de marcha no se hace con normalidad. Pero en algunos casos se trata de una avería más sencilla y que podemos reparar por nosotros mismos.

Si detectamos este problema, es posible que la avería sea algo tan ‘simple’ como un desajuste del mando. Si fuera así, tendríamos que ajustarlo de nuevo y verificar las presiones para que todo vuelva a la normalidad. En caso contrario, como avanzábamos, nos tocaría pasar por el taller para una reparación por parte de los especialistas.

3. Las marchas resbalan al intentar hacer el cambio de velocidad

Sin lugar a dudas, esta es una de las averías más habituales en las cajas de cambio automáticas, o uno de los problemas más frecuentes. Es un síntoma que nos indica, en casi todos los casos, que la lubricación no es la adecuada para nuestra transmisión automática, por eso el cambio se realiza con dificultad, pero sí que se llega a llevar a cabo.

En la mayoría de los casos, si detectamos este síntoma en nuestra caja de cambios, será suficiente con que revisemos el nivel de aceite que se encarga de la lubricación de la transmisión y lo repongamos hasta el límite marcado y recomendado por el fabricante para que todo vuelva a funcionar con total normalidad.


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Espero que el artículo haya sido de su interés.